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sábado, 5 de diciembre de 2015

CORONA DE ADVIENTO y su Signnificado

CORONA DE ADVIENTO



ORIGEN. La corona  y el encendido de las velas durante el tiempo de Adviento se originó en las congregaciones luteranas de Alemania del siglo XVI y luego  fue adoptada por la Iglesia Católica Romana y otras iglesias protestantes. Cristo, la luz que vino al mundo y disipó las tinieblas del pecado irradiando la verdad y amor de Dios al mundo, es la razón de ser de este símbolo

EL CIRCULO. El círculo es una figura geométrica que no tiene principio ni fin. La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, es eterno. También nos ayuda a tomar conciencia que venimos de Dios y a Él vamos a regresar. También es símbolo de su unidad y eternidad. Por eso, nuestro compromiso es la UNIDAD, pues sólo así podremos llegar juntos a la Casa del Padre. No nos salvamos solos 

sino en “racimos”. Jesús ora a su Padre, diciendo: La corona advent wreath-2“Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que tú me diste, que ya son tuyos –todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío-, y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese tu Nombre que a mí me diste, para que todos sean uno como nosotros.”

EL VERDE DE LAS HOJAS O PLANTAS. La corona se hace de follaje verde (ramas de pino o de cualquier árbol) y esto representa que Cristo está vivo entre nosotros (el verde es vida), además de que nos recuerda nuestra vida de gracia y la esperanza que debemos cultivar durante el Adviento. Jesús nos dice: “Como la rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece en la planta, así tampoco pueden ustedes producir frutos si no permanecen en mí. Yo soy la Vid y ustedes las ramas. Si alguien permanece en mí, y yo en él, produce mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada.” En algunas regiones de Abya Yala se realizan las coronas con frutos de la región, destacando la vida que de Dios recibimos, la esperanza de tener vida en abundancia.

LAS VELAS. Las 4 velas representan los 4 domingos de Adviento. Las 3 primeras que se encienden son moradas para recordarnos el espíritu de vigilia y esperanza que debemos tener para prepararnos a la llegada de Cristo. La última vela es rosada o blanca y simboliza que el nacimiento del Señor está muy cerca. El día de Navidad las velas moradas son substituidas por otras de color rojo que simbolizan el espíritu festivo de la reunión familiar. En el centro se coloca una vela blanca o sirio simbolizando a Cristo como centro de todo cuanto existe. Jesús nos dice: “Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.”

Los colores son símbolos y los símbolos pueden cambiar en el tiempo y de acuerdo al corona de adviento 2004contexto; en la última década hay quienes utilizan el color azul para las velas, ya que el azul es el color que representa la paz y se celebra el nacimiento del  Príncipe de Paz y su retorno en gloria.  Otras coronas tienen 4 velas rojas y una blanca: el verde de la corona simboliza vida y esperanza, el rojo la presencia del Espíritu Santo; la vela blanca la perfección y pureza, el nacimiento y la presencia de la luz del mundo, Jesucristo.

LA LUZ. La luz de las velas simboliza la luz de Cristo que desde pequeños buscamos y que nos permite ver, tanto el mundo como nuestro interior. Cuatro domingos antes de la Navidad se prende la primera vela. Cada domingo se enciende una vela más. El hecho de irlas prendiendo poco a poco nos recuerda como conforme se acerca la luz las tinieblas se van disipando, de la misma forma que conforme se acerca la llegada de Jesucristo que es luz para nuestra vida se debe ir esfumando el reinado del pecado sobre la tierra. La luz de la vela blanca o del cirio que se enciende durante la Noche Buena nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo. El brillo de la luz de esa vela blanca en Navidad nos recuerda como en la plenitud de los tiempos se cumple el “Advenimiento del Señor”: “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín.”

[1] La palabra símbolo viene del idioma griego synballon y significa algo que se reconoce y que se hace junto con; una especie de contrato.  El símbolo siempre tiene una dimensión social, comunitaria, ya que el significado del símbolo no es automático, ni proviene del objeto sino que le es dado por una experiencia compartida.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Adviento ¿Qué es Adviento?


Adviento ¿Qué es Adviento?
 Adviento es un tiempo cuyo nombre (adventus) significa “venida”. Al revivir la espera gozosa del Mesías en su Encarnación, preparamos el Regreso del Señor al fin de los tiempos : Vino, Viene, Volverá. “El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estos dos motivos, Adviento se presenta como un tiempo de piadosa alegre esperanza” (Calendario Romano n.39) Adviento, un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios. Los hombres desean la paz, aspiran a la justicia y la libertad, sueñan felicidad. Desde siempre. De generación en generación, de año en año, a través de los siglos, se prolongan estos anhelos frecuentemente decepcionados. En estos llamados y búsquedas de los hombres se expresan las promesas de Dios. La historia de Israel, el pueblo de Dios, es el signo de estas promesas y revelan su realización, conduce a Cristo Jesús y nos lo da. Con los deseos y los anhelos de los hombres, la Iglesia, hoy, hace su oración. Nos asegura que Dios cumple sus promesas. En pos del profeta Isaías, con las palabras vigorosas de Juan Bautista, no dice, como la Virgen María que hay que acoger a Cristo. Adviento: re-encontrar, en el fondo de sí mismo, todo lo que puede ser salvado; volverse hacia Cristo, que vendrá un día en su gloria, pero que ya está y nos espera. Volverse hacia Cristo es lo que llamamos “Convertirse”. Adviento es tiempo de conversión. Y tiempo de espera. Desde Adviento hasta el Bautismo del Señor